Santoral del 8 de Mayo



INDICE

San ARSENIO "el Grande"
San BONIFACIO IV. Papa
San DESIDERATO DE BOURGES
San BENEDICTO II. Papa
San WIRO DE ROERMOND y compañeros
Beato AMATO RONCONI
Beato LUIS RABATÁ
Beata MARÍA CATALINA DE SAN AGUSTÍN
Beata UDALRICA NISCH
Beato ANTONIO BAJEWSKI
OTROS SANTOS DEL DÍA
San Deseado o Desiderato de Bourges-San Víctor Mauro, Mártir-Nuestra Señora de la Antigua-La Aparición de San Miguel Arcángel- Víctor, Acacio, Dominga, mártires; Juan, Godón, Dionisio, Eladio, obispos; Odrán, Tarasio, confesores; Venebaldo, Pedro de Tarantasia, abades; Wiro, patriarca.

APARICIÓN DEL ARCÁNGEL SAN MIGUEL
Mirad que no despreciéis a ninguno de estos
pequeñitos, porque os digo que sus ángeles en los
cielos están siempre viendo la cara de mi Padre celestial.
(Mateo, 18, 10).

San Miguel es honrado como protector especial de la Iglesia contra los ataques del demonio. La fiesta de hoy fue instituida en memoria de una aparición del santo Arcángel en el monte Gárgano, en el reino de Nápoles. Indicó el Arcángel, al obispo de Siponto, la existencia en ese lugar de una gruta en forma de iglesia, diciéndole que ese lugar debía ser consagrado al culto de Dios y de sus Ángeles. Rodeado de numerosa concurrencia el obispo celebró misa en la gruta, que llegó a ser un centro de peregrinación, ilustre por gran número de milagros.

MEDITACIÓN SOBRE LA IMITACIÓN DE LOS ÁNGELES

I. Los ángeles siempre están prestos a ejecutar las órdenes de Dios. Tengan éxito o no en lo que hacen, siempre están contentos, porque en todo se con forman con la voluntad de Dios. ¿No serías feliz si en todo tuvieras en vista esta santa voluntad? No te inquietarías por el resultado de tus empresas, pues no depende de ti hacer que las corone el éxito, sino de Dios que todo ordena según su agrado.

II. Mantiénense los ángeles en una pureza admirable en medio de la corrupción del mundo. Esta pureza que tienen por naturaleza, tú podrías poseerla por virtud si, por ejemplo, piensas continuamente en la presencia de Dios, y si evitas las ocasiones peligrosas toda vez que no te obligue a exponerte a ellas la gloria de Dios y la salvación del prójimo. Pídele a tu Ángel custodio que te enseñe estos dos modos de conservar la pureza.

III. Los ángeles se ocupan tanto de los pecado res como de los justos, de los pobres como de los ricos. Vosotros apóstoles, vosotros cristianos, todos debéis amar igualmente a todos los hombres; debéis velar por la salvación de vuestro prójimo, sea quien fuere. No aborrezcas al pecador, es una creatura he cha a imagen de Dios; trabaja en su conversión sin desanimarte jamás; en una palabra, compórtate con tu prójimo como tu bondadoso Ángel lo hace contigo. Dios se hizo hombre a fin de que el hombre llegara a ser como un ángel. (San Agustín).
La devoción a los santos Ángeles
Orad por la pazentre los cristianos.

ORACIÓN
Oh Dios, que regís con orden admirable los ministerios de los Ángeles y de los hombres, haced, en vuestra bondad, que durante esta vida seamos protegidos por aquellos que en el cielo os ofrecen sin cesar el homenaje de sus servicios. Por J. C. N. S. Amén.

http://www.aciprensa.com/podcast/santo/mayo08pedrodetarentaise.mp3


San ARSENIO "el Grande". (354 - 450).
Martirologio Romano:
En el monte Scete, en Egipto, san Arsenio, que, según la tradición, fue diácono de la Iglesia de Roma, y en tiempo del emperador Teodosio se retiró a la soledad, donde, consumado en todas las virtudes, rindió su espíritu a Dios.

Nació en Roma en el seno de una familia senatorial. Recibió el diaconado de manos del papa san Dámaso. Tenía una gran preparación intelectual, por la cual el emperador Teodosio, en el 383, le nombró preceptor de sus hijos: Arcadio y Honorio. Llegó a Constantinopla en 383, y continuó como tutor de la familia real por once años. Durante los últimos tres, también tuvo a su cargo al hermano Honorio. Un día, llegando a ver como estaban los niños con sus estudios, Teodosio los encontró sentados, mientras Arsenio les hablaba de pié. Esto no lo llegó a tolerar, e hizo que los estudiantes se levantaran y que el maestro tomara asiento.

Una profunda crisis espiritual le hizo abandonarlo todo. A su arribo a la Corte, Arsenio había dado un espléndido recibimiento, y probablemente porque el emperador lo deseaba, vivió con gran pompa, pero todo el tiempo el sentía un creciente sentimiento sobre renunciar al mundo. El saqueo de Roma, por parte de Alarico, le hizo reflexionar sobre la caducidad del mundo. Se dice que una voz le dijo: "Huye de los hombres y te salvarás".

A partir de esto se embarcó secretamente para Alejandría, y rápidamente fue al desierto de Scete, pidiendo ser admitido entre los solitarios que vivían allí. San Juan "el Enano", a cuya celda fue conducido, aunque previamente se le advirtió de la calidad del visitante, no se dio por enterado de la llegada, y le dejó de pié mientras invitaba a los otros a tomar asiento a la mesa. Estando la comida a medio avanzar, lanzó un pedazo de pan ante Arsenio, indicándoles con aire de indiferencia de que lo tomara si quería. Arsenio tomó el pan, y lo comió sentado en el suelo. Satisfecho con esta prueba de humildad, san Juan lo mantuvo bajo su dirección. El nuevo solitario fue un ejemplo, aún cuando no retuvo ciertos viejos hábitos, tal como sentarse con una pierna cruzada o bien de colocar al estar acostado, un pié sobre el otro. Notando esto, el abad requirió que se imitara la postura de Arsenio en la siguiente junta, haciendo esto de manera pública. Arsenio tomó el mensaje de lo acontecido y se corrigió. Durante los cincuenta y cinco años de su vida solitaria, fue el más estricto de todos, castigándose a si mismo, por su anterior vanidad en el mundo. Entre ello se encontraba el haber usado perfumes en la Corte, para castigo, no cambiaba el agua en que humedecía las palmas con las cuales trabajaba en pequeños manteles, sino que la lanzaba hasta que finalmente estaba agotada. Era estricto en extremo.

Aún cuando participaba en labores manuales, no dejaba su aplicación en la oración. Todo el tiempo copiosas lágrimas de devoción brotaban de sus ojos y se dice que perdió hasta las pestañas de tanto llorar por el mundo. Pero lo que más le distinguió, fue su inclinación a que nada lo interrumpiera de su unión con Dios. Cuando, luego de gran búsqueda, su lugar de retiro fue encontrado, no sólo rechazó el regresar a la Corte, y ser el consejero de su ex alumno, el emperador Arcadio, sino tampoco aceptó ser alguien que podía relacionarse con los pobres y los monasterios de las vecindades. Invariablemente se negó a los visitantes, no importando el rango y condición de estos, y dejó a sus discípulos el cuidado de atenderlos. Sus contemporáneos lo admiraron tanto que le llegaron a nombrar como "El Grande".
En el 434, marchó a Tróade, donde estuvo diez años. Hacia el 444 se fue a la isla de Canopo, cercana a Alejandría, y desde allí, tres años después, volvió a Tróade donde murió. Es uno de los fundadores del monacato y de los llamados "padres del desierto".
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San DESIDERATO DE BOURGES. M. 550.
Martirologio Romano:
En Bourges, en Aquitania, san Desiderato, obispo, que habiendo desempeñado con anterioridad el cargo de canciller en la corte, como obispo dotó a su Iglesia con reliquias de mártires.

Nació en Soissons. Ministro de Gracia y Justicia durante los reinados de los reyes merovingios Clotario y Childeberto. Era un cargo nada fácil por las intrigas del poder que reinaban a sus anchas en la corte. Con su diplomacia intentó complacer a todo el mundo, excepto a los que se proclamaban herejes. Soñaba con abandonar la corte, una jaula verdadera de sospechas, intrigas y crueldades. Deseaba retirarse pero no se lo permitían porque no podían pasar sin él. Sin embargo, su anhelo se centraba en la construcción de monasterios e iglesias. Y cuando pudo, dejó la política para entregarse de lleno a los asuntos religiosos.

Obispo de Bourges (544), sucedió a san Arcadio. Fue el gran obispo de la época merovingia. Con su trabajo, su ejemplo y su predicación contribuyeron enormemente a que Francia saliera del pozo caótico en el que había caído cuando el imperio romano se vino abajo y la civilización cristiana daba sus pasos de gigante en el siglo VI. Fue un atento guardián de la fe y de la moral desde su sede de Bourges. Hermano de san Deodato. Participó en el concilio de Orleans del 549. Acabó con las herejías que habían importado los Bárbaros; creció mucho el número de sacerdotes buenos y lo mismo el número de cristianos. Pero en los momentos difíciles recurrían a él para solucionar los problemas. Por ejemplo, gracias a sus cualidades innatas de diplomático, logró que hicieran las paces Anjou y Poitou. Murió cuando regresaba del concilio de Clermont. La localidad de la región de Berry donde falleció, luego se llamó Saint Désiré, y se convirtió en lugar de peregrinación.
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San BONIFACIO IV. Papa (608-615).
Martirologio Romano:
En Roma, junto a la basílica de San Pedro, san Bonifacio IV, papa, que obtuvo del emperador Focas el templo del Panteón, el cual transformó en iglesia dedicada a la santísima Virgen y a todos los mártires, y fomentó mucho la disciplina monástica.

Nació en Valeria (Abruzos); según una tradición no aceptada, fue benedictino en el convento de San Sebastián de Roma. San Gregorio Magno le confió asuntos de importancia y le nombró dispensario de la Iglesia Romana, el cargo de mayor responsabilidad de la administración de las finanzas pontificias.
Durante su pontificado dedicó el Panteón a María y los Santos Mártires (609), templo pagano que consiguió que el emperador se lo cediese a la Iglesia. Se dice que fue el primer templo pagano transformado en iglesia. Se instituyó entonces la fiesta de Todos los Santos, que se comenzó a celebrar los días 13 de mayo en recuerdo de la consagración de esta basílica (aunque un par de siglos más tarde se trasladó a su fecha actual, el 1 de noviembre).

Consiguió del emperador Focas el reconocimiento de la sede de Roma como primada de las otras sedes episcopales; procuró que la tolerancia religiosa, hacia otro tipo de liturgia (especialmente la fecha de la Pascua) y la forma de entender la ascesis, rigiese en los monasterios, especialmente en aquellos de inspiración anglosajonas, que eran bastantes intolerantes, sobre todo los de san Columbano al que tuvo que enviar una carta de exhortación, después de un sínodo celebrado en Roma en el 610. También consiguió recomponer la controversia doctrinal de los “Tres capítulos” y persiguió una política de conciliación con los longobardos, que durante su pontificado renovaron varias veces el armisticio con los bizantinos. Su pontificado se vio azotado por el hambre, la peste e inundaciones que él afrontó prodigando limosnas y socorros a las poblaciones más afectadas.

En aquellos momentos pesaba sobre el emperador Heraclio la amenaza simultánea de ávaros, eslavos y persas. Necesitaba más que nunca un imperio unido y su preocupación principal consistía en que las numerosas comunidades monofísitas de Siria y Egipto no le traicionaran. Se entiende, pues, que en esa coyuntura presionara al papa para que mostrara a los monofisitas la mayor comprensión posible. Y Bonifacio se comportó con tal benevolencia y espíritu conciliador que fue acusado de herejía por san Columbano. Es evidente que este prelado estuvo mal informado, puesto que el papa no se comprometió hasta ese extremo. Murió en Roma y sus restos se encuentran en la basílica de San Pedro.
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San BENEDICTO II. Papa (684-685).
Martirologio Romano:
En Roma, junto a San Pedro, san Benedicto II, papa, el cual, de espíritu humilde, manso y paciente, se distinguió por su amor a la pobreza y fue insigne también por sus limosnas.

Romano de nacimiento. Ingresó muy joven en la Schola Cantorum y se hizo experto en la práctica del canto litúrgico y en la interpretación de las Escrituras. Perteneció al clero de Roma y fue presbítero. Sucedió a san León II, en el 683, como pontífice, pero su consagración se retrasó un año mientras esperaba la confirmación del emperador Constantino IV. Su pontificado fue importante para la evolución de la autoridad de la sede romana, gracias a que mejoró las relaciones con Constantinopla; el emperador delegó en el exarca de Rávena su derecho a ratificar la elección del Pontifice, contribuyendo de este modo a agilizar los procedimientos para las elecciones pontificias. Reparó las principales iglesias de Roma, especialmente realizó la restauración de la basílica de San Pedro. Se esforzó en que se aceptasen las condenas contra el monotelismo, aunque sólo gobernó la Iglesia durante once meses. Procuró la adhesión del episcopado visigótico. Se destacó por su humildad y pobreza y por su generosidad con los pobres y el clero y se citan por primera vez los “monasteria diaconiae”, primeras formas de actividad caritativa y de asistencia, para los que les dotó de grandes donaciones.

El emperador profesaba tal estima al Pontífice, que le envió mechones de cabellos de sus dos hijos, Justiniano y Heraclio, para manifestarle, según el simbolismo de la época, que los consideraba como hijos espirituales del Papa. El santo Pontífice hizo cuanto pudo para que Macario, el patriarca de Antioquía, que había sido depuesto por herejía, volviese a la verdadera fe. En su corto pontificado, que no duró más que once meses, restauró varias iglesias de Roma. Igualmente manifestó su interés por la Iglesia de Inglaterra, apoyando la causa de san Wilfrido de York. Benedicto II murió el 8 de mayo de 685 y fue sepultado en San Pedro.
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San WIRO DE ROERMOND y compañeros. M. 710/39.
Martirologio Romano:
En Roermond, junto al Mosa, en Brabante, de Austrasia, san Wiro, que, según la tradición, se dedicó a la evangelización de esta región junto con sus compañeros Plequelmo y Odgero.

Se dice que nació en el condado irlandés de Clare en el seno de una familia de la nobleza. Otros historiadores creen que era inglés y que nació en Northumbría. Una vez que fue ordenado sacerdote, marchó en peregrinación a Roma para pedirle al papa que lo consagrara obispo misionero de un lugar que no fuera irlandés; marchó con su compañero el presbítero Plequelmo y el diácono Odgero. Quizás en este momento decidieron permanecer siempre juntos. En Roma el papa Sergio I consagró a los dos sacerdotes obispos misioneros y les envió como apóstoles a la región de los frisones (actual Holanda) para ayudar en su evangelización a san Willibrordo.

Wiro, Plequelmo y Odegero
Pipino II de Heristal, mayordomo de Austrasia, le hizo donación de una tierra, llamada «Petersberg» (Mons Sancti Petri), en la provincia de Overijssel, donde fundaron un monasterio, llamado posteriormente San Odilienberg, en Roermond, junto con una iglesia. La fundación ocurrió hacia los años 695-700, y fue confirmada por la peregrinación ritual de Pipino a Odilienberg. Los tres misioneros, llevaron allí una vida ejemplar y apostólica entre una población que no era aun cristiana. Allí predicaron el evangelio en la zona comprendida entre Odiliënberg y Overijssel. Según la leyenda Willibrordo y san Bonifacio le visitaron varias veces para pedirle consejo.
Wiro murió un 8 de mayo aunque el año no está claro, unos dicen que en el 710 y otros que en 739 (aunque en este último caso la confusión puede estar vinculada a la muerte de san Willibrordo). Tres años más tarde murieron sus compañeros Plequelmo y Odgero.
Según los escritos de Alcuino de York, san Bonifacio nombró obispo de Utrecht a Wira, y se piensa que es nuestro santo. Hasta bien entrada la Edad Media, fue el patrón de la diócesis de Utrecht y allí se conservaba su cabeza y se dice que liberó a la ciudad del azote de los normandos. El resto de su cuerpo descansaba en Roermond. La tumba de san Wiro fue descubierta en Roermond en 1881. Había recibido culto inmediatamente después de su muerte, y desde 1599 fue patrono de todas las diócesis holandesas, y en al actualidad es patrono de varias iglesias y de la diócesis de Roermond. La iglesia del pueblo de Oosterwirum está dedicada a él.
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Beato AMATO RONCONI. (c. 1238 - 1304).
Martirologio Romano:
En Saludecio, del Piceno, en Italia, beato Amato Ronconi, que se distinguió por su dedicación a la hospitalidad y a la atención espiritual de los peregrinos.

Nació en Saludecio en la diócesis de Rímini (Italia). Hijo de buena familia. Al quedarse huérfano, su hermano mayor, Girolamo, lo cuidó, pero cuando llegó a la juventud, su cuñada le cogió un profundo odio porque había rechazado el matrimonio que le habían preparado. Entonces decidió abandonar la familia y llegó al monte Orciale donde construyó una casa de acogida para los pobres y peregrinos que dedicó a la Natividad de María Virgen. Para mantener esta obra, donó a escondidas lo que había ganado con sus tierras y lo que recibía con su trabajo como peón de otros agricultores.

La religión y su amor por Dios le hizo cometer muchas extravagancias y milagros, por ello lo tomaron por loco, especialmente por su cuñada, que lo calumnió con saña porque veía como adelgazaban sus propiedades; no dudó de acusarlo de querer abusar de ella ante las autoridades; el Señor demostró la inocencia y la santidad de Amado con varios milagros. Hizo cuatro peregrinaciones a Compostela, después de lo cual donó a los benedictinos de San Julián y de San Gregorio de Conca di Rimini, todas sus propiedades y del hospital que había fundado. Fue Terciario franciscano.

Otros detalles de su vida se obtienen de su testamento, donde se lee que «el honesto y religioso hombre, hermano Amato de la Tercera Orden del beato Francisco, propietario y fundador del hispicio de Santa Maria del Monte Orciale, junto al castillo de Saludecio, hace solemne cesión de ese hospicio y de todas sus propiedades a los Benedictinos de San Julián y de San Gregorio de Conca de Rimini, pidiendo al mismo tiempo ser enterrado en la capilla del mismo hospicio.» El testamento lleva la fecha de 10 de enero de 1292, y es el único documento que atestigua el siglo en el que vivió el beato.

Murió en Rímini. Está enterrado en Pieve di San Biagio. Su culto fue confirmado por el papa Pío VI con el título de beato el 17 de abril de 1776. En Saludecio hay un templo dedicado a su memoria, y su fiesta religiosa ha sido establecida en el 8 de mayo.
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Beato LUIS RABATÁ. (c.1443 - 1490).
Martirologio Romano:
En Randazzo, en Sicilia, beato Luis Rabatá, presbítero de la Orden Carmelitana, fidelísimo en su observancia de la Regla y resplandeciente en su amor a los enemigos.

Nació en Erice (Trápani-Italia) en el seno de una familia humilde. Su madre influyó en su devoción a Jesús Sacramentado y a María; fueron siempre estas dos devociones las que mayormente vivió y desplegó en su celo sacerdotal. Todavía era un adolescente cuando ingresó en el convento carmelitano de la Anunciación de Trápani. Terminados sus estudios recibió la ordenación sacerdotal; en su primera misa -dicen los testigos- duró más de lo ordinario y su rostro resplandeció de alegría.

Sus superiores le encomendaron la misión de predicar. Recorrió la mayor parte de los pueblos de Sicilia dejando en todos destellos de santidad. Convirtió a muchos por medio de su palabra. Su celo apostólico se desarrolló sobre todo cuando ingresó en el convento de Randazzo, como superior, que era uno de los llamados "reformados", en los que se vivía con rigor la observancia regular: mortificación, silencio, oración... Luis fue un modelo para todos y así vivió hasta que murió asesinado de un flechazo en la cabeza, por negarse entregar un hombre a la justicia injusta de un poderoso, o por reprender al hermano de un tal Antonio Catalucci, que fue quien lo mató, pero no se sabe verdaderamente cual fue la causa de su asesinato.

Al respecto la creencia más extendida es la que se narra que volvía al convento cuando por lo que parece un tal Juan Antonio Catalucci, hermano de un religioso al que el santo hubo de reprender duramente por algunas cosas mal hechas, lo hirió gravemente con un flechazo en la frente. La herida se le infectó y luego gangrenó y de resultas de ella murió el 8 de mayo de 1490, habiendo dado un gran ejemplo de paciencia y habiendo perdonado a su agresor, cuyo nombre conocía pero que jamás quiso dar.
Aunque empezó a venerársele como mártir, en la confirmación de su culto por Gregorio XVI el 10 de diciembre de 1841 se le dio título de confesor.
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Beata MARÍA CATALINA DE SAN AGUSTÍN (Catalina Simón de Longprey). (1632-1668).
Martirologio Romano:
En Quebec, del dominio de Canadá, beata María Catalina de san Agustín (Catalina Symon de Longprey), virgen, religiosa de las Hermanas Hospitalarias de la Misericordia de la Orden de San Agustín, que vivió hasta su muerte dedicada al cuidado de los enfermos, señalándose por el consuelo que les proporcionaba y la esperanza que les infundía.

Se llamaba Catherine Simón de Longprey. Nació en Saint-Sauveur-le-Vicomte, Normandía (Francia). Descendía de una familia noble. A los 11 años, en compromiso escrito y sellado con su propia sangre, hizo tres votos: tomar a la Virgen como Madre, no cometer nunca un pecado mortal y vivir en castidad perpetua.
Animada por san Juan Eudes, muy amigo de la familia, ingresó en la Orden de San Agustín de los Hospitalarios de la Misericordia. La rutina pasó por su vida sin rozarla siquiera. No había cumplido los 16 años, cuando se presentó voluntaria para ir al Canadá, pero tuvo la férrea oposición de su familia. En 1648, a los 16 años, hizo sus primeros votos. Al profesar tomó el nombre de María Catalina de San Agustín. En mayo de ese mismo año se cumplió su deseo de partir a Canadá.

Llegó a Québec el 19 de Agosto de 1648. En el trayecto contrajo la peste y sanó con la intercesión de la Virgen María. Aprendió las lenguas de los nativos de las tribus indias a los que asistían, y fue un modelo de sencillez y donación. Viendo sus muchos talentos, los superiores la nombraron administradora del monasterio y del hospital. Fue administradora del monasterio y del hospital, directora del centro sanitario, consejera de la superiora y maestra de novicias; casi siempre estaba enferma, pero no se quejaba; era tan acogedora, amable y de tan gran dulzura, que todos quedaban encantados. Afrontó los sufrimientos con plena fidelidad a la voluntad de Dios. Fue agraciada con dones místicos y favores del cielo que han sido subrayados por sus biógrafos. Y todo ello en medio de violentas tentaciones a las que fue sometida por el diablo. Murió de tuberculosis. Había consumado su vida siendo estrictamente fiel a este anhelo: «Que se haga tu voluntad» en un ejercicio permanente de caridad. Juan Pablo II la beatificó el 23 de abril de 1989.
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Beata UDALRICA NISCH. (1882-1913).
Martirologio Romano:
En el lugar llamado Hegne, de Baden, en Alemania, beata Ulrica (Francisca) Nisch, virgen, religiosa de las Hermanas de la Caridad de la Santa Cruz, quien, como infatigable sierva del Señor, vivió siempre entregada a los trabajos más humildes, principalmente en el oficio de ayudante de cocinera.

Nació en Oberdorf-Mittelbiberach, diócesis de Rottenburg-Stuttgart, (Alemania). Se llamaba Franciszka. Un año después de su nacimiento se casaron sus padres, y cuando tenía seis años, se la llevaron a vivir con ellos (mientras tanto ella había vivido con su abuela y una tía que la dieron una profunda formación religiosa, unido a sentimientos de bondad y cordialidad). La pobreza y su nacimiento ilegítimo marcaron su vida. Era la mayor de 11 hermanos y tuvo que ayudar en las tareas domésticas.

Después de la escuela sirvió en varias casas, sea en Alemania como en Suiza. En 1903 cayó enferma de una forma de erisipela y fue hospitalizada en Rorschach donde conoció a las Hermanas de la Caridad de la Santa Cruz de Ingenbohl, descubriendo así su vocación religiosa. En 1904, ingresó en la casa provincial en Hegne, cerca de Constanza, y tomó el nombre de Ulrika. En 1907, emitió su profesión religiosa. Fue enviada como ayudante de cocina al hospital de Bühl en Mittelbaden, y luego como segunda cocinera a la casa de San Vicente de Baden-Baden donde estará cuatro años hasta 1912. Su trabajo escondido en la cocina estaba acompañado de un amor extraordinario al Crucifijo, al Sagrario y a sus hermanas de comunidad; se dedicó a los serviciós más escondidos y desagradables. Cristo le concedió gracias particulares místicas. Además su trabajo duro le mermaron las fuerzas y enfermó de tuberculosis en 1912 que fue hospitalizada en el hospital del Santa Isabel cerca de la casa de Hegne, a la edad de 31 años, donde murió.

Su gran abnegación hacia los otros hizo que muriera sola, porque en aquellos últimos momentos de lucidez había renunciado a la asistencia de una hermana, a favor de otra religiosa. Se calcula que unas 100.000 personas se acercan anualmente a rezar sobre su tumba.
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Beato ANTONIO BAJEWSKI. (1915-1941).
Martirologio Romano:
En el campo de concentración de Oswiecim o Auschwitz, cerca de Cracovia, en Polonia, beato Antonio Bajewski, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales y mártir, que alcanzó la gloria del Señor durante la guerra, terriblemente quebrantado por los tormentos sufridos en la cárcel a causa de su fe.

Juan Eugenio nació en Vilna, Lituania, en el seno de una familia burguesa. Hablaba correctamente varios idiomas. Ingresó en el seminario mayor de Vilna, pero un año después dejó el seminario y, en 1934, entró en los franciscanos de la provincia polaca. Tomó el nombre de Antonio y en 1939 fue ordenado sacerdote. Su primer destino fue Niepokalanów. El guardián del convento san Maximiliano Kolbe, lo eligió como segundo vicario del convento. Fue recordado por sus cohermanos como sacerdote premuroso, de fe profunda, de espíritu de oración y siempre delicado en su relación con el prójimo. A causa de su mala salud, transcurrió su primer periodo en Niepokalanów en el sanatorio de “Lasek”, inmerso en el bosque.

Aquí le sorprendió el inicio de la II Guerra Mundial, por eso no fue arrestado ni deportado como los frailes de Niepokalanów. En 1941, la Gestapo lo deportó a Varsovia, junto con el padre Kolbe, aquí Antonio animaba con extrema paciencia a sus compañeros de prisión, invitándoles a un comportamiento correcto y cediendoles su ración de comida. Persistió en llevar el hábito franciscano y esto le llevó maltratos por parte de las SS. En 1941 fue trasladado con el beato padre Pío Bartosik a Oswincim-Auschwitz, y le fue asignado el número 12764. Allí enfermó de tifus abdominal, pero a pesar de su enfermedad, se dedicó al servicio de los enfermos, ayudándoles fisicamente y espiritualmente, principalmente con la confesión sacramentral, poniendo en grave riesgo su propia vida. Soportó pacientemente los sufrimientos del campo de concentración, y solía repetir: “estoy clavado a la cruz junto a Cristo”. Exausto del trabajo forzado murió, encargando a su confesor: “Di a mis cohermanos de Niepokalanów que he muerto aquí fiel a Cristo y a María”.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:
San Víctor "el Moro". M. 303.
Martirologio Romano:
En Milán, conmemoración de san Víctor, mártir, el cual, originario de Mauritania, era soldado del ejército imperial, y al imponer el emperador Maximiano la obligación de sacrificar a los ídolos, se desciñó de sus armas, por lo cual le llevaron a la ciudad de Lodi, donde fue decapitado.
Militar romano. Natural de Mauritania y por ello se le conoce con el apelativo de “el Moro” (color de piel oscura) para distinguirlo de otros mártires del mismo nombre. Mártir en Lodi, durante el gobierno de Maximiano, por que rechazó el servicio militar a causa de su fe. Fue decapitado.
Se le ha puesto en relación con san Ambrosio y los mártires santos Nabor y Félix, ya que san Ambrosio decía que era uno de los patrones de Milán. Su cuerpo y el de sus compañeros mártires, que no aparecen en el Martirologio Romano, fueron enterrados en Milán y sobre su tumba se produjeron muchos milagros.

San Acacio de Bizancio. M. c. 305.
Martirologio Romano:
En Bizancio, san Acacio (Agacio, Agatio), soldado y mártir.
Centurión capadocio del ejército romano establecido en Tracia. Cuando aparecieron los edictos de persecución de Diocleciano, renunció al servicio del Cesar y se proclamó cristiano. Fue sometido a terribles torturas y llevado a la cárcel de Heraclea, y de allí pasó a Constantinopla, donde ante el tribunal confesó su fe y fue decapitado, mientras pronunciban contra él la fórmula injuriosa de la degradación militar.
En Constantinopla había dos o tres iglesias dedicadas a san Acacio. Una de ellas fue construida por Constantino el Grande. El pueblo la conocía con el nombre de «el nogal», porque en su estructura había un trozo del nogal en ei que, según la leyenda, el santo había sido colgado durante la flagelación.Puede ser el desdoblamiento de san Acacio y los mártires del monte Ararat.

San Heladio de Auxerre. M. 388.
Martirologio Romano:
En Auxerre en la Galia lugdonense, en Francia, san Heladio, obispo.
Obispo de Auxerre (365 al 388); convirtió a su sucesor san Amador de Auxerre y lo ordenó sacerdote.

Pesaje del alma de
san Martín de Saujon
San Martín de Saujon. M. c. 400.
Martirologio Romano:
En Sanjon, en la región de Saintes, en Aquitania, san Martín, presbítero y abad de este monasterio.
Natural de Saintés (Francia). Discípulo de san Martín de Tours en la abadía de Marmoutier. Cuando murió su padre espiritual regresó a su lugar de origen y allí fundó el monasterio de Saujon (Saintes), del que sería su primer abad. En su tumba se realizan muchos milagros.

San Gibriano. M. c. 515.
Martirologio Romano:
En la región de Chalons, en la Galia, san Gibriano, presbítero, el cual, originario de Irlanda, recorrió la Galia como peregrino por amor a Cristo.
Ermitaño irlandés, el mayor de ocho hermanos; parece que todos se trasladaron a Bretaña, en Coolus donde fueron santos. Sus nombres eran: san Tressano, san Helano, san Germán, Petrán, Franca, Promptia y Possena. Sobre su tumba construyeron un oratorio que se hizo célebre por sus milagros. Algunas parróquias de la diócesis de Reims llevan su nombre.

Ida de Nivelles. Beata. M. 652.
Madre de la beata Gertrudis de Nivelles, esposa del beato Pipino de Landen. Cuando su marido murió, en el 640, san Amando de Elnone les aconsejó hacerse religiosas en la abadía de Nivelles en Bravante, y para ello fundaron este monasterio. Gertrudis fue la primera en entrar, para después seguirla su madre, una vez ésta quedó viuda. En el monasterio vivió la perfecta humildad obedeciendo a su hija.

San Metrón. s. VIII.
Martirologio Romano:
En Verona, en la región de Venecia, san Metrón, ermitaño, de quien se dice que llevó una vida áspera y penitente.
Ermitaño de origen germano venerado en Verona. Abandonó las vanidades terrenas y se entregó a una vida de penitencia. Se dice que se ató con una cadena de hierro a una piedra ante la basílica de San Vital de Verona, y así pasó siete años. Fue ordenado presbítero pero continuó con su vida ascética como ermitaño. Su culto fue continuo en la ciudad de Verona.

Pedro Petroni. Beato. (1311-1361).
Nació en Siena y era de noble familia. En su juventud había hecho trabajos de enfermero y de asistente entre leprosos y enfermos incurables. Ingresó con 17 años en los cartujos en Maggiano, cerca de Siena. Tenía fama de taumaturgo y las gentes le pedían milagros, pero distrajo tanto la paz del monasterio que el abad le pidió que no hiciera milagros, y obedeció sin resistencia. Sufría de obesidad y por ello tiene el sobrenombre de "petrone" o "petronio" (Pedro Gordo). Pero no se preocupaba de estas cosas pues sólo buscaba el agrado de Dios. Su extraordinaria caridad contribuyó a la conversión de Boccaccio.

Ángel de Massaccio. Beato. M. c. 1458.
Martirologio Romano:
En el monasterio de Santa María della Serra, en el Piceno, beato Ángel de Massaccio, presbítero de la Orden Camaldulense y mártir, quien fue un incansable defensor de la observancia del precepto dominical.
Nació en la región de Ancona. Monje camaldulense de Santa María de la Marca de Ancona. Fue prior del monasterio camaldulense de Santa María de la Serra. Fue asesinado por los herejes "fraticelli" o "Berlotani" a causa de su encendida predicación en defensa de la fe católica que guardaba el descanso dominical, ya que estos asesinos estaban trabajando en domingo.

Bernardino de Bustis. Beato. (c.1450-1513).
Nació en Milán en el seno de la noble familia de Bustis. Se licenció en Derecho en Pavía. En 1475/76 ingresó en los Hermanos Menores Observantes de la provincia lombarda, vistiendo el hábito en el convento de Legnano. Siendo laico ya había demostrado sus optimas cualidades morales, que crecieron en el estado religioso, con la gran devoción que sentía hacía la Virgen Inmaculada. Insigne teólogo y predicador franciscano, ferviente defensor de la doctrina y del culto del Santísimo Nombre de Jesús, de la Inmaculada y de san José, fue también un fecundo escritor de numerosas obras dogmáticas, morales y ascético-místicas.
Entre las obras teológicas sobresale particularmente “Mariale” en la cual presenta y defiende con energía, el privilegio de la Inmaculada Concepción de María. Fue el autor de “Defensorium” donde se revela el moralista y el defensor de los Montes de Piedad, una de las más importantes obras sociales de aquel tiempo. El Señor lo colmó de dones carismáticos especiales. Murió en Santa María de Melegnano en Milán. El Martirologio franciscano lo retiene como beato.
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